“De los momentos más difíciles también surgen grandes oportunidades”, y este fue el caso de Teresa. Ella, vivía en una chacra con su familia, donde tenía muchas tareas y poco tiempo para dedicarse a lo que le gustaba. Cuando hace 5 años enviudó, decidió regresar a vivir a la ciudad, donde comenzó a ocupar su tiempo y su mente en cursos que a través de la Intendencia Departamental se dictaban en el Barrio Unión. También participó de un curso de Macramé en Mucanma, donde descubrió que le gustaba mucho esta técnica y para la cual tiene una habilidad nata. Así, fue como comenzó haciendo cosas para familiares y amigos, y con el boca a boca comenzaron a llegar más pedidos. Esto generó un gran entusiasmo en Teresa, quien siguió aprendiendo nuevas técnicas y realizando lo que cada uno de sus clientes solicitaba. Su hija ayudó a encontrar un nombre y crear el logo del emprendimiento. Luego creó su página de Facebook e Instagram, donde publican todos los pedidos que realiza. Hoy Tere realiza una gran cantidad de productos, desde sillas, revisteros, fundas para almohadones, pantallas para lámparas, cestos, collares, pulseras, adornos y tapices. Todos a medida adaptándose a lo que cada cliente necesite.